Pequeño aporte sin fines de lucro que pretende juntar un montón de información que circula en Internet sobre el candombe, como un fenómeno cultural uruguayo, y que he intentado agrupar organizadamente. El agradecimiento que corresponde a los usuarios que hayan subido dicha información en forma de imágenes, videos, documentos, etc. y la bienvenida a todo aquél que entre a este rincón para comentar, criticar, aportar algún dato, o simplemente disfrutar....salud candombe!

jueves, 29 de marzo de 2012

Personajes del Candombe - Láminas de Julio Olivera

Serie de Láminas que pintan los principales personajes del candombe uruguayo, realizadas por el artista plástico afrodescendiente e investigador del candombe, Julio Olivera. Estas fueron publicadas en el Almanaque del Banco de Seguros del Estado del año 1984.






viernes, 27 de enero de 2012

Memoria y lucha del Conventillo Ansina - Robert Da Silva, Montevideo, setiembre de 2007

Estuve en Montevideo participando de la 1ra. Jornada de las Culturas Afro uruguayas, invitado por Centro Interdisciplinario Signo y Centro Cultural para la Paz y la Integración.
Escuché a personas cuyas vidas estuvieron relacionadas a los conventillos Cuareim y Ansina, por ejemplo al Sr. Juan Carlos Rodríguez quien ese día habló muy emocionado por montones de cosas que le estaban pasando. Una de ellas era que él aún vive en el Conventillo Ansina junto a tres familias más y su madre, donde además tiene su Centro Cultural Zona Sur Kambé. 

En este encuentro había personas de diferentes puntos del país y de España, Estados Unidos, Méjico y Colombia. Me pude enterar por Juan Carlos Rodríguez que en la parte que ya está destruida del conventillo hay una cooperativa de viviendas en plena obra. Y él junto a esas tres familias corren el riesgo de ser desalojados para luego tirar abajo la cuarta parte de lo que fue en pie ese conventillo.
               
Personalmente he hecho registros de oficios rurales y de músicos para el Centro de la Memoria del Obispado de Tacuarembó y ésta me pareció una buena oportunidad para registrar formas de vida e historias de afro descendientes vinculados al Conventillo de Ansina y Cuareim. 

Tenía registrados testimonios de afro descendientes y descendientes de indígenas en el medio rural. En esta oportunidad registré memorias e historias de estos conventillos, con la colaboración de Walter Díaz quien me facilitó la conversación con afro descendientes de Montevideo. Por ejemplo con don José Pedro Gularte -“Perico”- , sobrino de la Sra. Marta Gularte; la Sra. Beatriz Santos, la Sra. Mary Vidal, el Sr. Juan Carlos Chirimini “Cholo”, Sr. Juan Carlos Rodríguez. 

Me pareció muy importante registrar los conocimientos de este último por vivir en el conventillo de Ansina, por tener un Centro Cultural ahí mismo -“Zona Sur Kambé”- y además por ser músico, tamborilero y fabricante de tambores. Me habló de un mundo que en lo personal conocía muy poco.

Conversación con Juan Carlos Rodríguez
Juan Carlos nació en el barrio Villa Española el 7 de febrero de 1956. Tiene 51 años. Pero él se considera de todos los barrios. Vivió en Villa Española, Cordón, La Aduana y hoy por hoy vive en el barrio Palermo, más precisamente en el Conventillo Ansina.  Es hijo de afro-descendientes por línea paterna y por línea materna también pero tiene una mezcla de vasco francés por su abuela materna que era Uque de apellido según su mamá quien le dijo que ese apellido era descendiente de vasco francés. 



Su padre fue músico militar. Tocaba casi todos los instrumentos: tambor, guitarra, zurdo, yes, pandeiro. Tocaba de oído, no estudió música jamás. Y Juan Carlos también es músico. Toca el tambor y fabrica tambores. Actualmente es de lo que sobrevive según él me contó, si no fuera por su compañera que trabaja muchas horas fuera de su casa no le daría para vivir. La vida del músico y del fabricante de tambores es muy dura hoy por hoy, me comenta. No hay una gran venta de tambores. Que varían el precio según el tamaño y el material. El Chico actualmente lo vende a 2200 $. Un Repique 2500 $ y un Piano 3000 $. Son los precios que él tiene pero me comentó que hay muchos fabricantes de tambores y que cada uno tiene su precio. Pueden ser más accesibles que los que hace él pero no conoce cómo trabajan ni qué materiales utiliza. En el Palacio de la Música se pueden encontrar los mismos tambores que él fabrica al doble de estos precios. También dice que la mejor madera para el tambor tiene que ser de roble aunque él dada las circunstancias ha fabricado de todos los tipos de madera que existen incluso puede llegar a ser hasta de cajones de verdura. También me habló del cuidado del tambor y me comentó que antiguamente los tambores eran tachuelados y hoy por hoy son tensados porque los climas bajan y suben el tambor. Y el que lo toca después de hacerlo si no lo baja no lo destensa puede pasar que por factores climáticos se empiece a romper la madera. La duración del tambor no va solamente en la madera si no en el cuidado y hay algo que me dijo que lo quiere dejar como un mensaje para los chicos o personas que compran tambores que no lo compren por el sólo hecho de tener un tambor, que primero se asesore qué es el mismo, y con qué está hecho. Que está hecho de madera de un árbol y de lonja de cuero de vacuno o de potro que también fue un ser viviente. A él generalmente le molesta mucho cuando lo ve destratado al tambor y dice el tambor no es un asiento y el tambor no hay que golpearlo sino tocarlo. Después no tiene ningún problema de enseñar o de explicarle a las personas que le pregunten acerca del manejo del tambor. 

Antiguamente no había muchos armadores o artesanos del tambor. Estaba el Gitano, el padre del Piruja Martirena, don Quico Acosta, don Pocho Gilerón y don Juan Velorio.
Quico Acosta fue el que le dio los primeros pasos a don Juan Velorio. Juan Carlos dice que aprendió solo a armar los tambores mucho trabajo pero por sobre todas las cosas mucho amor en lo que hacía. 

Armado de las cuerdas: no todas las cuerdas arman iguales eso es trabajo del Jefe de Cuerda. Tiene que ensayar mucho, controlar la cadencia del ritmo, escuchar el sonido para corregirlo si es necesario. Ansina por ejemplo ponía repiques y pianos por afuera y los chicos en el medio. Pero hoy no está seguro porque los gurises han innovado mucho. Lo que sí está seguro es que donde quiera que vaya puede distinguir los toques así sea en el exterior que le van a traer recuerdos de Ansina, de Cuareim o del Cordón. Para él se definen en esos tres toques  todas las cuerdas que salgan tienen algo de estas anteriormente nombradas. Cuando él empezó con 15, 18 años y gente de la generación de él tenían que ir de costado mirando y tenían que pedir permiso al Jefe de Cuerda para integrar la misma. Y no iban con cualquier tambor y decían “yo toco éste” lo primero que tenían que empezar era por el Chico. Dice que aún no ha perdido ese respeto. Y que nota que ahora lamentablemente cualquiera es Jefe de Cuerda. Él no ha sido nunca porque dice que aunque esté preparado para eso nunca se tomó ese atrevimiento. Pero sí ha ayudado a otros jefes jóvenes como por ejemplo Juan Quintana que le iba a consultar por el armado de la cuerda y él nunca tuvo inconveniente de explicarle. Lo único que le recalcaba era tu sos el Jefe de Cuerda y lo manejas como quieras. Porque es importante que en una ficha técnica que se lleva a la Intendencia queda registrado el nombre de esa persona como Jefe de Cuerda. En tal comparsa y en tal año. Y después puede presentarse en cualquiera de esas cuerdas y justificar qué rol cumplió. 

Comparsa: Hay un mínimo de 40 tambores y un máximo de 150 integrantes. Él dice que una cuerda de 25, 26 tambores bien tocadito es muy lindo porque es muy difícil manejar 40 o 50, cuanti más 100 o más. El cuerpo de baile si mal no recuerda son 15 bailarinas una Media Luna dos Estrellas uno o dos Portabanderas, un Porta estandarte, una Mama Vieja, un Gramillero. Antes dice que eran dos Escoberos pero actualmente como no abundan los personajes típicos sale un Escobero. Me explicó que el Gramillero viene a ser el Brujo de la Tribu. Y el Escobero el que va barriendo los males. La Mama Vieja la mamá leche. La Vedette, -que la trajo Marta Gularte, según Juan Carlos- fue incorporada mucho después. Me comenta que hoy por hoy es muy difícil vivir de lo que hace. El nombre de su comparsa “Zona Sur Kambé” comenzó como una banda de Candombe con los hermanos Washington y Aníbal Pintos, Georginho Gularte, Sebastián Mieres, Mónica Luz, Heber Píriz cantando y él mismo.
El nombre de la comparsa no fue idea de él, fue idea de Georginho con quien tiene una estrecha relación más allá del encontronazo que tuvo con la vida.
Sebastián Mieres hoy se encuentra en Argentina cantando en un grupo de mucho éxito: “La Bersuit”. Dice que era una banda muy linda pero que tuvieron muy pocas actuaciones; la que más recuerda fue una en la ciudad de Libertad en San José y después algunos otros toques pero era muy difícil mantenerse y no había mucho trabajo.
Un tambor Chico lleva 25 duelas. Tablas: un Repique 30 y un Piano 35.
 
Él tiene grandes recuerdos de ese lugar y de ese barrio. Acá nacieron por ejemplo Pirulo, la familia Barceló “que eran los únicos que estaban cuando yo vine para éste barrio”. Después lo tomó una inmobiliaria y venía de toda clase de personas. También acá venían los Jiménez, los Rada, los Correa. Al lado nacieron los Oviedo. De repente me pierdo, dice, en algún nombre o apellido. Pero acá nació todo culturalmente, nació todo. Como deportistas, músicos, médicos, y por qué no, también hubo delincuencia. Pero esos delincuentes que eran señores que hoy no existen y todo esto está en mis recuerdos y mis vivencias del barrio. A la vuelta por Ansina nació Pedrito Ferreira hijo, el gran escobero que tenemos hoy, dice Juan Carlos. De los pocos que van quedando junto a Gonzalito y a mi tío Juan Pereyra que hoy se ha ido para los pagos de Treinta y Tres. No se olvide que ésta calle que hoy la vemos cerrada con alambrados y tejidos que tienen un galpón para armar y desarmar cosas una Cooperativa que está haciendo viviendas por esa calle llamada Ansina que es ícono él cree de nuestra música, de nuestra cultura ahí pasaban todas las comparsas porque se bajaba por la calle Minas, de la calle Durazno, y se agarraba San Salvador y se entraba por Ansina para volver por Isla de Flores que antes las Llamadas eran ida y vuelta. Entonces sí que tiene historia. Dice “yo no quiero pecar por no nombrar a gente que fueron los verdaderos referentes nuestros” como recuerda algunos ya desaparecidos hace muy poco. Don Mario Suárez por ejemplo, un referente de las cuerdas de Ansina. A pesar de la rivalidad de Cuareim y Ansina tengo entendido por boca de él mismo que don Juan Ángel Silva nació en Ansina. Tenemos una negra impresionante, hermosa que salía con tres tambores, poca gente lo hizo, a capela como le dicen, que es doña Carmen Abella hoy internada por problemas de salud en el Clínicas con 75 años.
A pesar de que salió con Cuareim era de Ansina y no lo niega jamás. Y otros tantos que se han ido. Por eso es la lucha que conjuntamente con otras organizaciones estamos llevando adelante: CECUPI, ACSUN, UAFRO y MUNDO AFRO. Es la lucha por el reconocimiento por lo que es esto históricamente, sostiene Juan Carlos. Y no sólo lo dicen ellos, sino que está nombrado en una Comisión de Patrimonio como Monumento Histórico Nacional pero hasta ahora no se ha respetado eso.
 
Tenemos más de 30 cedulones de personas que fueron echadas en tiempo de dictadura. Él le llama “los corazones del Candombe” a estos barrios, Ansina, Cuareim, Cordón, recuerda la fecha más marcada para salir: 24, 25 y 31 de diciembre, 1 de enero y 6 de enero. Y por lo general los fines de semana. Hoy se puede ver cuerdas que salen cualquier día de la semana integradas por cualquier clase de personas: blancos, rubios, negros de todo, incluso hasta mujeres. En Cuareim el Jefe era Juan Ángel Silva “el Cacique”. En el tiempo que yo empecé a salir ya estaban los hijos de don Juan Ángel: Raúl Silva, Cachila Silva, Huguito Silva, Gustavo Oviedo, don Aquiles Pintos.
Tocadores: Fernandino Hurón, el “Palo bombo” Gustavo Oviedo, Alvarito Salas y le quedan algunos que no recordó en ese momento. Ya tenían toques que hoy existen. Ellos ya los tenían en sus manos.
Fernando Hurón fue uno de los mejores repiques de la época.
Ansina ponía intercalados Pianos en el medio y Repiques. Otras cuerdas arman diferente. Juan Quintana, Alfonsito Pintos.
Juan Quintana grabó por ejemplo para Francia, músicos del mundo. Tenía un temperamento muy especial para manejar la cuerda.
“El Conventillo fue hecho en el año 1888 para inmigrantes españoles, italianos, etc. Después se afincó un buen porcentaje de la raza negra pero vivieron etnias de todos los colores”.
Lo que quieren y defienden ellos es que se tenga en cuenta que ahí se han filmado películas para otros países por ejemplo además por todo el valor cultural que tiene ese lugar. 

Juan Carlos Chirimini me contó que le escuchó la conversación del ex presidente dictador Gregorio Álvarez con su chofer cuando éste señor preguntó a este chofer ¿qué era aquello? Refiriéndose al Conventillo Ansina.  Y el chofer le contestó que era el lugar de los negros. Y al otro día el sr. presidente mandó máquinas para tirar abajo la mayor parte del Conventillo distribuyendo sus habitantes en el Cerro, Borro, Malvín, etc.
Dice Chirimini “Creyó que apartándonos nos iba a separar pero se equivocó. Nos seguimos viendo y visitando con esa gente y me dijo “esto lo puede publicar tranquilamente porque él está vivo y yo también”. 

Juan Carlos Rodríguez también recuerda cuando se salía con Cuareim por toda la Aduana a cargo de don Juan Ángel Silva que era el cacique y frente a la esquina del Cabildo fueron corridos a palazos por la Republicana y el Ejército. Dice “Estaban los famosos biñuelos, las camionetas de las Fuerzas Armadas y todo aquel que pudo disparar lo hizo pero los que no lo lograron lo metían en las camionetas”. Desde entonces don Juan Ángel Silva decidió no hacer más ese recorrido tan lindo recuerda Juan Carlos.


Esos son los malos recuerdos que conservan estas personas de otros años. Debo destacar que todas estas personas que hablé fueron muy amables y muy abiertas conmigo, quedando de parte de Juan Carlos Rodríguez abierta la invitación para cualquier persona que se acerque a su Centro Cultural con ganas de aportar o preguntar algo sea del rinconcito que sea, refiriéndose al interior. Las puertas de su Centro están abiertas. A parte mencionó que quiere mucho el interior y ha ido a dar talleres a Artigas y Rivera y se ha sentido muy cómodo. De mi parte le prometí tratar de difundir estas cosas contadas por él como forma de que en Tacuarembó también se sepa sobre la lucha que están llevando adelante sin mucha respuesta por parte de las autoridades. 

Juan C. Rodríguez explica sobre los toques de piano
 

Palermo y Barrio Sur, Residencia del Candombe - por Anibal Barrios Pintos - Montevideo, 1969

En noviembre de 1835 se celebró solemnemente el acto de consagración del Cementerio Central. La necrópolis sería la sede menor de la grandeza y de la humildad emparejadas por el olvido. Y bien, casi treinta años después de esta ceremonia, hacia 1863 para ser mas exactos, se tomó una fotografía de la calle que llevaba al Cementerio, hoy llamada de Yaguarón. El lugar aparece como un desolado desierto, lleno de baldíos y yuyales. 


Hacia el este hay un grupo de casitas que brotan como blancos hongos en la soledad de los eriales. Una de ellas luce esta leyenda: "Almacén de Comestibles de la Nueva Ciudad de Palermo". No se estaba en Sicilia, sino en Montevideo. Sin embargo en ese naciente barrio se prolongaría en el tiempo ese nombre, había italianos y criollos iniciando la ruda hermandad que imponían las orillas pueblerinas . Aparecía empequeñecido por la Rotonda del Cementerio Central, proyectada por Poncini, pero iba a crecer, y mucho . . . 


La Nueva Ciudad de Palermo figura inscripta contigua al Cementerio Central en el plano editado por Mege y Williams de 1862 y en los levantados por el Ing. Pablo Neumayer en 1865 y por el Agr. Pedro D'Albenas en 1867.Años mas tarde se produce en la zona en salto edilicio hacia el progreso. La empresa de Emilio Reus construye hacia 1887 el Barrio Reus al Sur, próximo a la Playa Ramírez, hoy limitado por las calles Tacuarembó, San Salvador, Minas e Isla de Flores. Su calle principal era la llamada Particular, hoy Ansina. 


Un periodista que lo visita hacia 1890 lo describe como "el refugio de un centenar de personas, proletarias en su mayoría, atraídas por la equidad de los alquileres". Las viviendas, de altos y bajos, son cómodas y están rodeadas de casas de comercio: almacenes del Barrio Reus, almacén y fonda de la Bella Italia, Café y Confitería de los Treinta y Tres, etc. La vecindad - prosigue el periodista - es obrera en su mayoría y de buenos hábitos de manera que no se producen allí incidentes desagradables. Agrega en la crónica que su verdadero objetivo al ir al Barrio Reus del Sur era visitar la Escuela de Artes y Oficios, situada a escasa distancia de la calle San Salvador. Su edificio, que recogiera fecundas jornadas del Dr. Pedro Figari, construido bajo la dirección del ingeniero Rafael Maggio, quedó terminado en 1890 y se inauguró con la presencia del General Tajes, entonces presidente de la República. La primitiva sede de la escuela estaba situada donde hoy se halla el edificio de la Universidad de la República. 


Al trasladarse al barrio Reus del Sur creció su capacidad y en ella, al decir del mencionado cronista, "se asilaron varios cientos de muchachos que ayer nomás vagaban por las calles y plazas mendigando o cometiendo raterías". Según Andrés Alvarez Daguerre el Barrio Palermo abarcaba, de 1895 a 1910, el espacio así limitado: por el lado sur, el Río de la Plata; por el este, la calle Médanos; por el oeste, la calle Arapey, hoy Río Branco, y por el norte la calle Canelones. "Prevalecían - escribe el autor - los barracones y barracas para depósito de carretas, carros, animales y galpones para acopio de frutos del país. 


Existían también buen numero de casas de inquilinato, compuestas por numerosas piezas, casi siempre con un amplio patio, en cuyo centro hallábanse las piletas para el lavado de la ropa de sus habitantes, marginado por algunas higueras o parrales e iluminado durante ciertas noches por un gran farol a base de queroseno". Entre los inquilinatos se hallaba "El Candombe", ubicado en Ibicuy esq. Durazno y el tantas veces evocado "Medio Mundo", en la calle Cuareim entre Durazno e Isla de Flores. Las construcciones mas modernas surgían por la calle Maldonado y Canelones y sus laterales. 


En los conventillos del Barrio Palermo perduraban las nobles y viejas tradiciones que llegaron al Río de la Plata con los esclavos. Allí se bailaba el candombe, una especie de drama ritual, que recogía en su ritmo extraño la emoción y el misterio del ancestro negro. Francisco Acuña de Figueroa y el cronista Isidoro de María mencionan algunos nombres de las "naciones" o comunidades negras del Montevideo antiguo, que anotamos con las correcciones que les hiciera el Cnel. Rolando A. Laguarda Trías: camunda, casanches, cabindas, benguelas, munyolas, congos, congos, mozambiques, minas y maleabas. En la costa del Sur, en el Recinto, "espacio comprendido entre las Bóvedas hasta el Cubo del Sur", celebraban los negros sus fiestas, en las que se bailaban candombes. Hacia 1859 se realizaban en las inmediaciones del cementerio viejo (Durazno y Andes), y luego también a techo cubierto. Hacia 1889 ya había desaparecido, pero desde 1870 surgen con las comparsas de negros que darían permanente brillo al carnaval montevideano. 


En este siglo llegaría la época de los famosos "Esclavos de Nyanza" y posteriormente "de las llamadas", lo único auténtico del carnaval actual. Palermo tuvo también su historia de coraje turbio, protagonizada por bailarines y matones que entre el humo y las músicas quejumbrosas del tango, jugaban a "quien era más". El escritor Vicente Carrera ha retratado en "El Cubil de los Leones" a esos sombríos y valerosos personajes que imperaban en el lugar cuando las calles estaban empedradas y los cercos tenían glicinas y madreselvas. También fue Palermo barrio de guerrillas con hondas y "marías". 


Cuando la Rambla Sur que hoy conocemos no existía, el bajo, tantas veces evocado en las crónicas, y el Barrio Palermo, dialogaban mano a mano con el río. Pero el progreso de la ciudad exigía un cinturón vial, que hiciera ceder terreno al pintoresco y sórdido trasmundo de casuchas, lenocinios y boliches noctámbulos. En 1922 el Ing. Juan P. Fabini, que integraba el Consejo Departamental de Montevideo, inició las obras de la Rambla Sur, que comprendían 700 metros detrás del Cementerio Central. A la altura de la calle Minas se instaló la fábrica para construcción de bloques. Y "la piqueta fatal del progreso", como dice la canción, comenzó a trabajar. Los extraños pobladores costaneros, "bichicomes", seres marginales, parias de la sociedad, fueron desalojados. 


Las playas de Patricio, pertenecientes al barrio la estanzuela, y Santa Ana, del barrio Palermo, fueron rellenadas. Se ganaron al río 180.000 metros cuadrados. La rambla costó 15 millones de pesos. Y se llevó con su belleza urbanística los recuerdos viejos del barrio y la añorada muralla, que en el 1930 despidieron con nostalgia los muchachos de la Oxford.

CLASES DE CANDOMBE - MANOS DEL CANDOMBE

Como se tocan los 3 tambores del candombe por integrantes de la Organización y Federación "Manos del Candombe", un grupo de uruguayos residentes en EEUU.

Tambor chico
 
Tambor piano
 
Tambor repique